La tecnología es ya una parte más de las actividades cotidianas y está mejorando la forma en que las personas viven, trabajan y experimentan el mundo. El conjunto de estas mejoras forma parte de una transformación mayor: un cambio que va más allá de lo digital para entrar en una era en la que todas las interacciones están marcadas por la tecnología. El estudio Accenture Technology Vision de este año destaca los rápidos avances tecnológicos que no solo configuran la vida cotidiana sino la sociedad en su conjunto, abriendo un sinfín de posibilidades para empresas de todas las industrias.
No es la primera vez que la sociedad se adapta a una transformación tecnológica y tampoco será la última, pero este nuevo cambio de relación es distinto a todos los anteriores porque, por primera vez, es bidireccional. No se trata solo de que las personas utilicen productos y servicios de empresas, sino que también les proporcionan información y acceso. Para ofrecer innovación integrada, las empresas necesitan datos que les permitan influir en las vidas de las personas y en las actividades de sus socios. Este nivel de conexión (y de confianza) exige una nueva forma de relación. Es personal, no son solo negocios.