Nuevas experiencias para impulsar el crecimiento en el sector energético
Noviembre 2020
Noviembre 2020
El ecosistema del sector energético se encuentra en un punto de inflexión en la transición hacia una futura descarbonización. Este cambio viene impulsado por la llegada de nuevos competidores al mercado, la evolución de los modelos regulatorios y políticos y el interés de los inversores por un futuro ecológico. En el centro de esta transición se encuentra un consumidor de energía que exige cambios.
La COVID-19 ha acelerado los movimientos hacia este futuro. Los gobiernos están vinculando objetivos climáticos ambiciosos a paquetes de ayudas por la pandemia. Por su parte, los consumidores se están movilizando en torno a opciones sostenibles para luchar contra la crisis climática global.
60%
de los consumidores encuestados son más conscientes del cambio climático y de su impacto ambiental desde el brote de la COVID-19.
50%
de los consumidores encuestados tienen más probabilidades de invertir en energía eficiente hoy en día que antes de la pandemia.
Las empresas energéticas están reaccionando. La mayor amenaza para su negocio no es solo el impacto en la demanda, relacionado con la pandemia, ni la ralentización de las ventas de electricidad tradicional, sino los profundos cambios en el comportamiento de los consumidores y los cambios drásticos en la regulación. Las Comercializadoras deben dejar de experimentar con programas piloto para ofrecer rápidamente y a escala productos y servicios de transición energética.
Los productos y servicios de transición energética no solo son necesarios para los consumidores, sino también para las empresas. Las oportunidades o áreas de valor emergentes que surgen alrededor de la eficiencia energética, la gestión energética, la generación distribuida, el almacenamiento, la movilidad eléctrica y la flexibilidad de la demanda, están madurando rápidamente.
Los consumidores quieren mejores experiencias que reflejen sus valores y estilos de vida, a precios asequibles.
Creemos que estos modelos de negocio alcanzarán los 8 mil millones de euros de EBITDA en 2030 (y el 25 % de CAGR), solo en los principales países europeos, con una propuesta de valor a clientes centrada en modelos de financiación y alquiler.
Las empresas energéticas pueden considerar diversas estrategias para alcanzar este valor. La puesta en marcha de estas estrategias requiere moverse de un negocio de mucho volumen y bajos márgenes a uno de poco volumen y alto margen y de mucho crecimiento. También deben abordarse otros aspectos clave, como la confianza, simplicidad, transparencia y asequibilidad, para facilitar una mayor participación de los clientes en la transición energética. Básicamente, se debe re-imaginar el negocio y el propósito, centrándose en los consumidores y adaptándose a los cambios regulatorios y del mercado, por medio de las tecnologías digitales.
Dominar la innovación, adoptar una mentalidad digital y enfocarse en las tecnologías adecuadas, aprovechar la IA a escala y empoderar a la próxima generación de trabajadores, serán los factores que definirán a los nuevos líderes energéticos de esta década.
El éxito en la transformación hacia una empresa energética conectada de manera digital vendrá determinado por la escalabilidad y la calidad de la ejecución, así como por los esfuerzos colectivos del ecosistema. Solo actuando y trabajando juntos podremos evolucionar con éxito y dirigir la ola del cambio que nos traerá la nueva década.
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