El año 2020 ha sido complicado, pero ha dejado claras un par de cosas. Para empezar, cada vez más empresas comprenden que todos los negocios son un negocio tecnológico. El 2020 también ha acelerado de manera exponencial la transformación de las industrias y la experiencia humana gracias a la tecnología. Ahora, mientras empezamos a imaginar cómo será el mundo después de la pandemia, el sector sanitario tiene que aprender a controlar el cambio y comprender que no hay liderazgo sin liderazgo tecnológico. Por ejemplo, el 66 % de los ejecutivos de sanidad cree que su empresa estará en el cloud el próximo año y el 96 % se da un plazo de tres años.
La sanidad ya estaba inmersa en una transformación digital, pero ahora se está desarrollando a más velocidad y a escala. Entre los ejecutivos de sanidad encuestados, el 81 % cree que el ritmo de la transformación digital de su organización se está acelerando. Solo en las primeras semanas de pandemia, el Servicio Nacional de Salud británico ofreció Microsoft Teams a 1,2 millones de empleados para que se pudieran comunicar entre ellos y con los pacientes . De un día para otro, las paredes de las organizaciones sanitarias desaparecieron y la atención a distancia se convirtió en la norma. Empresas como Amwell reforzaron su oferta (y su infraestructura) de atención virtual a una velocidad inimaginable para dar servicio donde y como fuera necesario.
Las organizaciones se vieron obligadas a reducir a solo dos o tres años una transformación que debía durar una década, lo que puso de manifiesto sus carencias digitales. La velocidad de la transformación digital no dejó tiempo para reflexionar o introducir cambios graduales. Los ejecutivos de sanidad (93 %) aseguran que sus organizaciones tienen prisa por innovar desde este mismo año.
La brecha entre los líderes digitales en sanidad y las demás empresas es cada día mayor y muchos corren el riesgo de quedarse aún más atrás. Los líderes actuales darán prioridad a la innovación tecnológica para responder a la demanda de atención virtual, los rápidos cambios en las expectativas de los consumidores y la aparición de nuevas colaboraciones en el ecosistema. Para tener éxito, los directivos del sector sanitario deben adoptar un enfoque centrado en las personas y en lo digital en todas las áreas de la organización. Construirán el futuro sabiendo que las estrategias de negocio son cada vez menos distinguibles de las estrategias tecnológicas. Es una oportunidad única para construir un mundo mejor del que teníamos antes de la pandemia.