Todo el mundo se lanzó a probar ChatGPT cuando OpenAI la presentó a finales de 2022. Le hicieron preguntas difíciles, le pidieron poemas y obtuvieron resultados asombrosos. Ya antes de ChatGPT, el arte generado por la IA era muy abundante en Internet.
Esos contenidos forman parte de uno de los grandes avances en el desarrollo de la IA: la introducción de modelos que ya están entrenados y muestran una notable capacidad de adaptación a distintas tareas.
Desde 2017, empresas e investigadores han estado “engordando” la IA con modelos y programas de entrenamiento cada vez más amplios. El resultado, potentes modelos entrenados, a veces llamados “modelos fundacionales”, con una capacidad de adaptación sin precedentes en sus campos.
Estos modelos fundacionales permiten a las empresas afrontar muchas tareas y retos, aprendiendo a usar la IA para crear en lugar de crear su propia IA.
Las nuevas capacidades que ofrecen los modelos fundacionales, y los constantes avances tecnológicos, han provocado lo que algunos consideran un paso hacia la inteligencia artificial generativa (IAG), un sistema de IA capaz de asimilar cualquier tarea intelectual que una persona pueda aprender.
Los modelos fundacionales podrían transformar la interacción de las personas con la IA. Hay quien piensa que ChatGPT es el futuro de la búsqueda y obtención de conocimientos, ya que puede escribir textos, depurar programas y responder preguntas complicadas tras entrenarse con miles de millones de ejemplos online. También recuerda conversaciones anteriores, lo que le permite revisar o explicar respuestas para que la comunicación entre personas y máquinas sea más natural y sofisticada.
Los modelos fundacionales también están abriendo la puerta a nuevas aplicaciones y servicios de IA que hasta ahora resultaban muy difíciles, cuando no imposibles.
Llegará un momento en que la IA ya no se usará para crear modelos, sino para crear a partir de modelos. Eso hará que cada vez sea más importante saber cómo adaptar modelos fundacionales a las necesidades de negocio e integrarlos en aplicaciones.
Conclusión
La aparición de modelos fundacionales es uno de los mayores cambios en la historia de la IA. Ninguna empresa puede permitirse ignorar esta situación y, de hecho, algunas ya están utilizando modelos para experimentar y crear nuevas aplicaciones. El avance de la tecnología no hará más que multiplicar las oportunidades.