La pandemia de COVID-19 no es solo una crisis a corto plazo. Tendrá implicaciones a largo plazo en el trabajo de las personas y en el funcionamiento de las cadenas de suministro. Existe una necesidad acuciante de que las empresas mejoren la resiliencia de sus cadenas de suministro a largo plazo, de forma que puedan hacer frente a futuros retos.
Esto implica poner en marcha un enfoque holístico en la gestión de las cadenas de suministro. Las compañías han de ser lo suficientemente flexibles como para protegerse de posibles disrupciones que puedan llegar en el futuro. También deberían considerar desarrollar una estructura robusta y la capacidad de gestionar los riesgos operativos de forma receptiva y resistente. Todo ello apoyado en la tecnología, y en plataformas basadas en applied analytics, inteligencia artificial y machine learning, asegurando la transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro. A largo plazo, la respuesta ante los riesgos debería acabar siendo parte integral de los protocolos de negocio habituales.