Los arrecifes de coral, auténticos vergeles submarinos, son complejas estructuras de gran diversidad ecológica y enormemente frágiles. Los científicos estiman que el 75 % de los arrecifes de coral del planeta corre serio peligro1 por efecto del cambio climático y la contaminación. Este dato tan pesimista refleja una triste realidad, ya que los arrecifes albergan al menos el 25 % de las especies marinas y dan sustento a 500 millones de personas en todo el mundo.
Pero la comunidad científica no pierde la esperanza. Ahora puede vigilar con más frecuencia la mayor parte de las zonas coralinas del mundo gracias a la moderna tecnología de cámaras. Sin embargo, la limitación de recursos y las diferencias entre formatos de datos hacen difícil sintetizar los millones de datos obtenidos de las fotografías. Sin un mecanismo eficiente y moderno que coordine todos los esfuerzos de monitorización, las investigaciones y decisiones son enormemente lentas y los datos pueden quedar obsoletos con facilidad. Se necesitan cuatro años para cotejar todos esos datos, un tiempo del que no disponen unos arrecifes que están sufriendo los efectos de un rápido cambio climático.
La misión del Instituto Australiano de Ciencias Marinas (AIMS), la agencia de investigación marina tropical del país, es proteger y preservar los ecosistemas marinos de Australia. En 2019, el instituto puso en marcha un proyecto para mejorar la conservación de los arrecifes. Más o menos al mismo tiempo, The Dock (el centro de I+D e innovación global de Accenture en Irlanda) organizó un hackatón de IA inspirado en el medio ambiente. La idea ganadora consistía en usar IA para monitorizar, analizar y proteger arrecifes de coral.
El AIMS se unió a The Dock en busca de una solución al problema, con el objetivo de transformar las iniciativas científicas de conservación de este frágil ecosistema marino.
1 Coral Reef Risk Outlook