A menudo el discurso comercial y de marketing resulta una sucesión de expresiones y términos más o menos vacíos de contenido. Quizá es que, a base de repetirlos, pierden su contenido semántico inicial.
Con el paso de los años, en nuestro equipo hemos acabado llamando “humo” a un tipo de discurso comercial repetitivo; por eso, queríamos hacer un dispositivo que pusiera de relieve cuándo usamos ciertas palabras en exceso.