Está teniendo lugar una importante transformación. El elevado nivel de la demanda de productos agrícolas, combinado con los crecientes costes de las commodities, está renovando la presión por mejorar los niveles de productividad en el sector agroalimentario. Se están abriendo nuevos mercados a medida que los agentes más importantes del sector se globalizan para ampliar sus carteras y llegar a nuevos consumidores. Mediante la expansión de las operaciones y las ventas en estos mercados, las empresas agroalimentarias pueden impulsar su crecimiento, acelerar la producción y satisfacer las necesidades de nuevos consumidores.
La volatilidad de las commodities es un reto creciente que socava la capacidad de las empresas para predecir y mantener sus márgenes de beneficios. Mientras tanto, la sostenibilidad se ha convertido en una cuestión esencial, a medida que crece la demanda de alimentos más seguros y sostenibles por parte de los consumidores. A pesar de que muchas empresas agroalimentarias están comprometidas con la sostenibilidad, son pocas las que la han integrado plenamente en sus operaciones.
Esta transformación ofrece una gran oportunidad al sector agroalimentario. Las empresas de alto rendimiento la están aprovechando y logrando resultados por medio de procesos más limpios y más optimizados.
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