
COVID-19: Cómo pueden los bancos gestionar su impacto
Abril 22, 2020
Abril 22, 2020
La pandemia de COVID-19 es una crisis sanitaria y humanitaria, que está suponiendo un golpe económico en la sociedad. Los bancos pueden desempeñar un papel fundamental como actor clave para la recuperación.
A medida que el sector bancario se enfrenta a los numerosos desafíos que presenta la pandemia, creemos que los impactos a corto plazo afectarán a cuatro aspectos clave en la banca minorista y empresas: gestión del crédito, reducción de ingresos, servicios de asesoramiento y atención al cliente, así como los ajustes sobre el modelo operativo y el control de costes.
A pesar de los programas de ayuda del gobierno, la morosidad aumentará por la caída del empleo y de la actividad económica, cuya curva de recuperación es incierta a fecha de hoy.
La previsible extensión de un entorno de tipos de interés en mínimos históricos, caídas de las bolsas y el desplome de la demanda tendrán un gran impacto sobre las fuentes de ingresos de las entidades.
Las limitaciones en las interacciones con presencia física impulsarán a los clientes a incrementar el uso de los canales digitales.
El desajuste entre ingresos y costes requerirá que la banca mejore su flexibilidad operacional y que se replanteen sus prioridades de gastos e inversión a corto plazo.
Los ingresos de muchos consumidores y empresas se reducirán de manera drástica a medida que la falta de demanda provoque una disminución de los beneficios y más despidos. Esto, a su vez, producirá un aumento de la morosidad tanto en préstamos a empresas como a consumidores, dado que los prestatarios tendrán problemas para poder atender los pagos de principal e intereses. Sin embargo, hay medidas que los bancos pueden adoptar para ayudar a sus clientes a superar la crisis y estrechar, así, la relación con ellos:
En las primeras semanas de la pandemia, la capitalización del sector bancario cayó por debajo a la crisis de 2008/09. Esto se debe a que el mercado ha descontado el impacto de factores como:
Un impacto a corto plazo de esta pandemia serán los rápidos cambios en las preferencias de atención al cliente. Aunque muchas sucursales bancarias permanecerán abiertas como un servicio esencial, los clientes buscan cada vez más manejar su actividad financiera a través de aplicaciones de la banca online. ¿Cómo deberán reaccionar los bancos a este cambio?
El alcance de los tres puntos anteriores conducirá a un desajuste entre los ingresos y gastos a corto plazo en el sector bancario. El impacto estimado es una reducción de los beneficios antes de impuestos de entre un 50 y un 100%. Como las necesidades de los próximos cuatro a seis meses serán diferentes de las previstas hace seis semanas, los bancos deben responder con la mayor flexibilidad posible:
A medida que los bancos se enfrentan a los numerosos desafíos que plantea la crisis del COVID-19, queda claro que, sea cual sea el resultado final, los bancos aprenderán muchas lecciones valiosas sobre sus clientes, sus propias capacidades y el mercado en su conjunto.