Las empresas del sector de comunicaciones están viviendo un drástico cambio del sector. Con la presión de tener que adaptar los modelos de negocio tradicionales y ofrecer nuevas propuestas de valor a sus clientes, se encuentran asediadas por la complejidad e incertidumbre del mercado y por la amenaza que suponen los actores no tradicionales.
Los directivos del sector de comunicaciones deben financiar nuevas inversiones para reducir la elevada deuda y abordar los factores que merman la productividad. Deben transformar su principal infraestructura de red para ampliar las capacidades existentes. Y, en última instancia, deben abrir sus puertas a la innovación digital derivada de las nuevas tecnologías, desde el "todo como servicio" al Internet de las cosas.
No obstante, aunque más de dos tercios de las empresas del sector de comunicaciones admiten que mejorar la ventaja competitiva es fundamental para reducir costes, menos de una quinta parte lo consigue, quedándose por detrás del promedio de otros sectores. Con una escasa confianza de que su equipo directivo tenga las iniciativas adecuadas para cumplir los objetivos de reducción de costes, los ejecutivos de las empresas de comunicaciones deben encontrar el punto de conexión entre la reducción de costes y su estrategia de crecimiento.
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