Teniendo en cuenta a los clientes ocupados y en movimiento, el prototipo del automóvil conectado combina lo último en seguridad de pagos, tecnología inalámbrica, sensores y beacons de Bluetooth, posibilitando que los automóviles de los consumidores “paguen la cuenta”.
¿Qué pasaría si para hacer las compras ya no tuviera necesidad de bajarse del auto o sacar la billetera? ¿Qué pasaría si el vehículo le recordara al conductor que es tiempo de cargar combustible, emitiera una señal digital cuando se acerca a una estación de servicio preferida y procesara la compra desde el tablero?
¿Qué pasaría si el auto se transformara en una tarjeta Visa?
Visa se asoció con Accenture para imaginar el futuro del automóvil conectado, incorporando el comercio en la Internet de las Cosas.